Depreciación, amortización, agotamiento, métodos para calcular la depreciación
La depreciación
La depreciación de los activos es un concepto clave en la administración de las cuentas de cualquier negocio. Se entiende como la pérdida de valor de un bien como consecuencia de su desgaste con el paso del tiempo, al uso o a la obsolescencia.
Todos los activos que se emplean en la actividad de un negocio (maquinaria, muebles de oficina, computadores, vehículos, inmuebles, etc.) tienen un tiempo de vida útil, pasado el cual se vuelven inutilizables. La depreciación permite reconocer el desgaste del activo por su uso, así se va creando una especie de provisión o de reserva que al final permite ser reemplazado sin afectar la liquidez y el capital de trabajo de la empresa.
Para determinar la depreciación de los activos de tu negocio, es importante conocer la legislación vigente que tienen una serie de complejidades. Es aconsejable consultar con un contador o en caso de controversias con un experto en derecho tributario.
Amortización
En contabilidad, la amortización consiste en reflejar de forma periódica la pérdida o depreciación del valor que experimentan a lo largo del tiempo los bienes que haya adquirido una empresa, que constituyen el inmovilizado material, el intangible o inmaterial y las inversiones inmobiliarias.
Por ejemplo, todos los objetos que puedes encontrar en una oficina o en tu puesto de trabajo como ordenadores, bolígrafos, las mesas, las sillas, impresoras, etc., son bienes que pertenecen al inmovilizado material de la empresa y, por ende, deben de amortizarse.
Cabe diferenciar la amortización contable de la amortización financiera. La amortización financiera consiste en el pago o devolución de una deuda en un periodo de tiempo determinado.
Para entender qué es amortización en contabilidad, debes de saber también qué es el inmovilizado.
Un inmovilizado es un bien que posee la empresa y que pertenece a la partida del activo. Dicho bien se adquiere por un valor determinado, pero ya sea por el paso del tiempo, el uso o la obsolescencia técnica, el bien pierde su valor inicial.
¿Qué es la amortización en contabilidad? La amortización del inmovilizado
No es posible entender qué es la amortización en contabilidad, sin conocer primero cómo se amortiza el inmovilizado de una sociedad. Como ya hemos explicado anteriormente, amortizar un bien contablemente, consiste en registrar la pérdida de valor o gasto que experimenta este con el paso del tiempo.
Agotamiento
Dentro del área de contabilidad hay un término conocido como agotamiento, el cual tiene que ver con los recursos proporcionados por la naturaleza y que se utilizan durante un tiempo determinado. Este concepto está vinculado a la depreciación, pero a diferencia de este último que hace referencia a los activos, la pérdida de valor en términos contables se aplica a los recursos naturales.
¿Qué tiene que ver el agotamiento con la depreciación?
La depreciación es uno de los conceptos más ampliamente utilizados en el ámbito contable porque hace referencia a los gastos asociados con el uso de activos tangibles. Específicamente, es la pérdida de valor que registra un bien o activo durante determinado tiempo. Esta pérdida de valor es importante para efectos de la rentabilidad de la empresa, así como para la determinación de su valor.
Por ejemplo, si para tu empresa compraste una camioneta por un valor de US$50.000 y luego de cuatro años se calcula su valor en US$35.000, esto significa que este activo ha perdido US$15.000 de su valor, a razón de US$3.000 por año. Para efectos contables, este desembolso anual de US$3.000 debe ser reportado, lo que evitará un impacto imprevisto en el patrimonio empresarial una vez que decidas vender la camioneta.
En el caso del agotamiento, pasa algo parecido a la depreciación, pero no tiene nada que ver con los activos, como en el ejemplo de la camioneta, sino con los recursos naturales que para efectos laborales se estén utilizando, pues como todo bien hasta estos recursos que emanan de la tierra tienden a agotarse con el tiempo y el uso que se les dé.
Por ejemplo, si eres propietario de una empresa cementera debes saber para tu contabilidad que así como la maquinaria (por ejemplo, grúas, camiones, etc.) está sujeta a la reducción de su valor, las minas de donde extraes la caliza, aunque no pierden su valor en cuanto a terreno, los recursos que se encuentran en la tierra se irán reduciendo en la medida que se extraen, por lo que el valor de la mina debe reducirse en los libros contables de tu empresa.
Métodos para calcular la depreciación
Método de la línea recta
Averigua cuánto costó el activo. Si no lo sabes, los departamentos de compra, contaduría u operaciones deberían poder ayudarte.
Averigua la vida útil estimada del activo. Este es el número de años que el activo estará en uso. Deberías poder conseguir esta información en el departamento de contaduría u operaciones.
Calcula la depreciación anual. La fórmula de depreciación de línea recta es la siguiente: costo del activo dividido por el número de años de su vida útil. Por ejemplo, si el costo de tu activo es US$25.000 y su uso estimado es de 5 años, tu cálculo sería US$25.000/5 = US$5.000. Se espera que el activo pierda US$5.000 de su valor cada año. Al final del período de 5 años, su valor de libro será cero.
Método de saldos decrecientes
Averigua el costo del activo.
Averigua su vida útil. Pídele al departamento de contaduría u operaciones esos datos.
Calcula la tasa de declive anual en el valor. La fórmula del método de saldos decrecientes es la siguiente: 100 por ciento dividido por el número de años de la vida útil, luego multiplicado por 2, es decir, (100% / x) X 2, donde x es el número de años de vida útil. Asumiendo que el costo del activo es $25.000 y su vida útil es de 5 años, calcula lo siguiente: (100% / 5) x 2 = 40%.
Aplica esta tasa al valor del activo remanente cada año. Por ejemplo, si el costo de tu activo es $25.000, multiplicarías $25.000 por 40 por ciento para obtener $10.000. Después de un año de uso, el valor del activo se reducirá en $10.000 ($25.000 - $10.000 = $15.000). El segundo año, aplicarías la tasa de declive a los $15.000, el saldo remanente: $15.000 x 40% = $6.000. Luego, descontarías $6.000 de los $15.000: $15.000 - $6.000 = $9.000. El tercer año, calcula la tasa de declive al multiplicar $9.000 por 40%, cuyo resultado es $3.600. Descuenta $3.600 de los $9.000 para llegar a la cantidad de depreciación para ese año: $9.000 - $3.6000 = $5.4000. Continua este cálculo por la duración de la vida útil del activo.
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